III Maratona Internacional de BTT

BTTHAL participou na 3ª Maratona Internacional de BTT - Idanha-a-Nova - Zarza la Mayor, dignamente representado pelo CLI (Carlos Lozoya)! Os editores deste blog esperam a foto-reportagem assinada pelo CLI... a qualquer momento! Bom... mas sendo ele espanhol... já se sabe... a siesta, as tapas e as cañas... bom é capaz de tardar ainda!!!

zzzz...zzzzz....zzzz....zzzz.... Aí está ela, mesmo ao jeito de CLI...
.

Maratona de Idanha 2008: Como Juan Palomo (yo me lo guiso, yo me lo como…)

Fiel a la tradición familiar, me dispuse a participar en la 3ª Maratona Internacional de Idanha, solo que este año iba a ser muy pero que muy diferente, a saber:

1. Mi hermano de sangre César me abandonó este año por unas vueltas en piragua y una nueva “namorada” (ignoro el orden de preferencia);
2. A Paulo se le rompió la bici;
3. Roberto estaba levantando el país;
4. Fernando y AC purgaban sus pecados en Fátima;
5. João estaba de boda;
6. Rui y Zé Man andaban missing in combat….

Total, que me ví más solo que la una, tirado como una colilla y con la inscripción pagada (25 Euros, casi 1000 duros de los de antes…), así que decidí ir a probar fortuna en aquellas inhóspitas tierras rayanas, para ver si esta vez llegaba sano y salvo por lo menos a Zarza la Mayor, localidad que en el pasado no me trajo muy buenos recuerdos (creo que hay un sujeto por allí que todavía me espera escopeta en mano, resultado de una noche de loca pasión algunos años atrás, antes de conocer a mi Menina…).
.

Fue así que salí de mi casa con un café bien cargado, un vaso de Cola-Cao y cuatro tostadas de Nocilla a la escalofriante hora de las 8 de la MADRUGADA (y eso que era un domingo, compañeros…), en dirección a Idanha. Cuando allí llegué, fui de los últimos, como siempre, pero de esta vez había menos gente que el año pasado. Vi a Nuno Maia, emulando a la estatua que Colón tiene en su madrileña plaza, como única persona conocida. Cruzamos unas pocas palabras y como soy como esos niños que siempre sienten esas inoportunas necesidades fisiológicas, le pedí para darle un vistazo a la bici mientras me aliviaba en los WC cercanos, así que me encaminé hacia allá sin esperar respuesta, confiando en esos 10 minutos de margen que siempre suelen existir en todos los eventos… menos en este: ya estaba con los pantalones hasta los tobillos y papel en mano en una postura muy poco digna cuando sonó el bocinazo de salida y claro, ya salí el último a 2 ó 3 minutos del pelotón (ya estaban quitando la vallas): “bien empezamos, Carlos: te vas superando”, me dije. Entoné mi grito de guerra (C2C) y llegué a contactar con el pelotón y así continué, adelantando gente (sí, sí, adelantando ciclistas, como lo oís).El camino fue como siempre, muy bien escogido, bonito, no muy difícil, atravesando jodidas bajadas (sobre todo antes de llegar a la presa), bucólicos paisajes de margaritas y hierbecillas (que son mi pan de cada día, dicho sea de paso), así como pastoriles escenas de vacas pastando, despavoridas ovejas huyendo de aquellos locos bicicleteros, “cariñosos” perros intentando marcar mis calcetines y moscas cojoneras entrando en la boca y situándose entre casco, gafas y ojos (qué adorables animales). Pasé por varias aldeas, con mucha animación de los más mayores del lugar (incluso recibí algunas propuestas “carnales” de algunas abuelitas: “¿Quieres un poco de chorizo, hijo?”, que no pude por menos que inmortalizar con mi máquina).


Estaba asustado: no hacía calor, estaba pedaleando de puta madre, cantando una canción de los 60s (que espero que podáis escuchar como banda sonora si es posible: obrigado, João), continuaba pasando gente ¿estaría soñando?, pero no, allí estaba yo, tan pichi, lozano y fresco como una lechuga… hasta llegar a Salvaterra. Allí enlacé con dos madrileñas (Isabel y Silvia) que había conocido en Toulões y que me decían que hasta allí todo les había parecido terriblemente fácil (yo ya estaba un poco cansado, pero no lo mostré, claro: un hombre es siempre un hombre…). Les llamaba la atención lo “forretas” que eran los abastecimientos (sólo magdalenas: eso sí, muy buenas, agua y algún croissant), pero al ver que en Salvaterra no había más que agua (mucha agua, al contrario que el año pasado), se mosquearon, claro. Hay casos descritos de corredores que comieron bananas, naranjas y algunos hasta barritas (ver el blog de Varadero), sólo que nosotros sólo llegamos al “Isostar” en polvo. “C´est la vie…”.



Bajamos hasta el Erjas por la calzada romana, que me pareció más fácil que el año pasado y después cruzamos el río con dos cojones (yo casi me voy al fondo, soy así de hábil). Al llegar a Zarza (3 horas y 45 minutos, casi hora y media menos que en 2007), estuve tentado de continuar hasta Segura, pero unos calambres en la pierna y unas “bellas palabras y sabias recomendaciones” de Alexandra me hicieron desistir. Realmente, hasta allí fue muy bonito y divertido, quizá un poco más hubiera supuesto un mal recuerdo. Queda para la próxima.Las chicas continuaron hasta Idanha, llegando antes de las 7 de la tarde (las madrileñas son de otra pasta…), mientras mi Menina me echaba un capote, llevándome hasta el coche y mostrándome las caras de sufrimiento de algunos participantes… y yo asintiendo”convencido”, claro



Un domingo muy agradable, de no ser por el jantar, donde tuve el dudoso privilegio de compartir mesa con un “grupito de superhombres” que llegaron en los primeros lugares (frikis “tontos del haba” de la bici…). Comí en 15 minutos y me largué, harto de escuchar tantas “polladas” y gilipolleces (qué pena de almendra amarga de un delicioso “bolo”). En fin chicos, que os eché mucho de menos (no me volváis a abandonar).

Beijokas (sobre todo a Alexandra, Isabel y Silvia).

CLI.

PS: (nos vemos en los Lagartos, ¿o no?)